lunes, 22 de marzo de 2010

Ya es primavera...

Ya estoy de vuelta.

Absorto en otros quehaceres personales y laborales casí me había olvidado de este espacio al que hoy, por fin, retorno y retomo.

Casi me había olvidado, digo, cuando un catarro, o lo que haya sido, me ha tenido en cama muuucho más tiempo del que esperaba, trasnformando unos días de reposo en casi dos semanas sin dar señales de vida en esta ventana.

Pero ya ha pasado. Ya me encuentro de nuevo con fuerzas para teclear algunas ideas y volver con más fotos.

Fotos... ¿qué otra imagen mejor para celebrar el día que es hoy, que una que nos traiga a la mente el recuerdo de que por fin es primavera?

Los almendros hace semanas que están floreciendo. Y esas pequeñas hojas, a veces blancas, a veces rosas, yo se bien a quién le encantan...

Crucemos los dedos para que estas flores, que desde hace semanas se están abriendo, no se vean sorprendidas por un cambio brusco de temperatura, y se eche a perder el trabajo de florecer una vez al año...

miércoles, 10 de marzo de 2010

Más elementos: el aire

Las veletas no solo adornan los tejados de las casas de campo. Además de ser un entretenido pasatiempo para los pequeños, pueden verse en algunos lugares como elemento decorativo o para conocer la dirección del viento.

Éstas que os presento hoy son de un día soleado en la playa de Santa Pola.

domingo, 7 de marzo de 2010

Bajo la atenta mirada… de la ciudad

A menudo se dice que las ciudades nos miran, y con mayor frecuencia se nos invita a perdernos entre las calles de una ciudad desconocida.

A veces oímos que las paredes “nos observan”, y el silencio de las calles vacías puede hacernos imaginar esos ojos recelosos de colarnos en unos callejones en los que somos completos extraños.

En efecto a veces surjen ojos que nos acechan con miradas indiscretas desde el rincón menos sospechado.

Un friso desde un dintel, un tirador desde una puerta… Incluso una tubería nos puede estar observando…

miércoles, 3 de marzo de 2010

De nuevo: la lluvia

El agua, la lluvia, las fuentes…

Un momento para pasear, para oir el agua correr, la lluvia caer.

Un momento para ver el mundo correr, rápido con prisas.

Ese olor inconfundible del suelo mojado, de la tierra húmeda.

Ver los charcos que forman las gotas. Los cristales de los coches empañados por quienes dentro respiran secos. Ver el reloj que feliz se acerca a la hora de coger el autobús para volver a casa. Volver a casa cansado después del trabajo…

Y llegar a la parada del autobús y comprobar que no te puedes sentar porque los bancos están calados del agua de lluvia que se cuela entre su elegante diseño de cristal y metal, y de quienes hace un momento apoyaron sus paraguas mojados en el asiento de la marquesina…
Así que nos queda esperar de pie, y confiar que quede un hueco libre para poder sentarnos en el autobús…

lunes, 1 de marzo de 2010

Fotografiando: Agua

En una ocasión leí que un árbol podía ser motivo suficiente para descargar sobre él un carrete de fotos entero. Creo que el artículo añadía “incluso de 36 fotos…” ¡Qué tiempos aquellos en los que nadie quería uno de estos rollos, “porque duraban demasiado”. Y ahora una tarjeta de 1000 fotos no es suficiente…En fín: qué ironía.

Sin embargo, pienso que no solo los árboles tienen esta capacidad de enamoramiento de la cámara, sino que son muchos los objetos que pueden resultarnos insaciables en nuestro empeño de captar su esencia, o belleza o como lo queramos llamar.

El agua es sin duda uno de estos elementos que más juego nos puede dar a la hora que querer fotografiarla.

Entre estas lineas: un detalle de la fontana del Tritón (Roma), cambiando simplemente la velocidad de la toma.