lunes, 30 de septiembre de 2013

Generar contenido de interés

Ahora que estoy leyendo algo del posicionamiento y todo su arte, personalmente veo un gran absurdo en lo que se insiste en llamar “generar contenido de interés".
Vayamos por pasos y analicemos dicha expresión.
Vamos a ver, en primer lugar, tenemos generar. Según la RAE generar es procrear, y en segunda acepción, se define como producir. ¿No es patente en este significado, la fuerte carga industrial que conlleva dicho verbo? Se podría hablar de crear, o de elaborar que resulta más artesano. Pero dicho así, generar, parece que estamos hablando de un motor o turbina que genera nosecuantos julios de potencia, de una presa que genera electricidad, o de una buena operación bursátil que nos generará jugosos dividendos…
Pero los artículos, al igual que los libros, no se generan: se escriben, se desarrollan, se gestan… como las ideas. Las ideas y opiniones se tienen, se conciben, se sueñan e imaginan… incluso podríamos considerar que en ocasiones se inoculan…
En segundo lugar tenemos el contenido.
Se puede hablar de desarrollar ideas, de expresar el parecer del autor, de elaborar opiniones... Pero nos dicen contenido. La expresión generar contenido parece lo contrario de lo que pretende significar. Y si lo importante es la sustancia y no el bulto, no debería haber posibilidad de malentendidos.
Por último tenemos interés.
¿Interés para quién? Es fácil que lo que uno publica en su blog solo le interese a él mismo, porque como director de la orquesta de su propio diario, su espacio digital, solo faltaba que alguien tuviese que plegarse a lo que los demás esperan o desean... ¿Dónde termina la vanidad y empieza la soberbia o estupidez de querer escribir lo que solamente a uno le interesa sin pensar en quien lee? Pero aún más, porque ¿cuántos escritores de innegable éxito afirman al ser entrevistados que escriben para ellos mismos? ¿Cuántos directores de cine no declaran que hacen películas para ellos o aquellas que ellos querrían ver?
Además de lo relativo del interés de cada uno, que lo que le fascina a uno aburre a diez, está la universalidad de la red: en un medio que en 2017 abarcará 3.600 millones de usuarios (más del 48 por ciento de la población mundial prevista), ¿quién puede decidir que no interesa a nadie lo que alguien publica en su muro, ni siquiera a su madre o a su abuela, y desde ahí a toda la familia, a todo el barrio y a media ciudad?
¿Qué es el contenido de interés? Nada y todo. Nada tiene interés especialmente para nadie, y todo puede tener un inusitado valor para cualquiera.
No existe una receta secreta ni única para el éxito, y si existe es la sencillez. Lo fácil, sencillo, incluso simple, está de moda.Y para demostrarlo, un sencillo experimento: al buscar esos términos (fácil, sencillo, simple), y compararlos con sus opuestos (difícil y complicado) se observan claramente los resultados. Nadie busca cosas complicadas, y el que lo hace no es sino buscando la resolución de su problema, porque en realidad, lo fácil y lo simple hoy y siempre, serán una fuerte tendencia.

lunes, 23 de septiembre de 2013

La última foto del verano

Ahora que hemos estrenado el otoño bien podemos aventurarnos a traer la que pensamos que puede ser la última foto del verano… La última foto del verano, hecha durante el verano, por supuesto.

Así amanecía en la playa hace unos días. Una mañana tranquila, serena… incluso fresquita, seguramente por la inminente llegada de las nubes que se distinguen al fondo. Aunque al final, dicho sea de paso, ni siquiera llovió.

Pero bueno, de nubes y lluvia, y mucho más fresquito que el que se deja notar estos días, ya tendremos tiempo en las próximas semanas. Porque como dice el refranero televisivo: se acerca el invierno.

lunes, 16 de septiembre de 2013

En ocasiones veo…

Esta frase, popularizada por un jovencísimo Haley Joel Osment, se ha convertido en la secuencia más conocida de la película El sexto sentido, incluso para aquellos que nunca la vieron en el cine o televisión.

Desde el estreno de esta cinta, en 1999, se han hecho todo tipo de bromas y parodias sobre la famosa escena en la que el niño Cole intenta explicar su secreto a su psiquiatra, un Bruce Willis con pelo, en uno de sus mejores momentos cinematográficos.

Tanto es así, que basta con apenas escribir esta frase en nuestro buscador de internet para ver todo tipo de videos y chistes a cuenta de una de las más memorables secuencias de la ¿mejor? película de M. Night Shyamalan.

Incluso uno de los actuales cantantes de moda, tomaba no hace mucho la frase “en ocasiones veo…” para usarla como título en una de las canciones de su álbum Curiosa la cara de tu padre (2008).

Pues eso, nos sumamos a esos chascarrillos surgidos de tan inquietante escena para traer algunas imágenes, en nuestra opinión, no menos sorprendentes. Presentamos desde una confesión de alguien que en ocasiones ve… ositos de peluche!, hasta los propios ositos agazapados en diferentes esquinas. Y atención al último, un inocente osito panda, dispuesto a defender su rincón a toda costa…

Y ahora, nos diréis si vosotros también habéis visto… ¿ositos de peluche por los rincones?

lunes, 2 de septiembre de 2013

La hora del bizcocho

Cualquier momento puede ser apropiado para acercarse un buen bocado al paladar. De todas las exquisiteces posibles, estos días tengo un irreparable apetito de bizcocho…

Un jugoso, casero y sencillo, tiernito y lleno de petitas de chocolate, bizcocho… a la maravillosa hora de la merienda, o del desayuno, o entre comidas… o cualquier otra… Porque, ¿quién dice que no se puede comer bizcocho a cualquier hora del día? Por ejemplo, a las dos…

Ummmm… Bizcocho…