Hoy toca::: Sesión baloncesto:
Así comienza el texto en esta hoja perdida, quizá esquiva, quizá huidiza, de alguien que se molestó en subrayar y recuadrar de llamativos verde y azul los apartados que contiene, para terminar con un no menos destacado:
¿enhorabuena?
Se me escapa la ironía del texto, si la hay, o la broma, si es el caso, de esta hoja que por azar, el viento, o una mano, fue a parar a las ramas de esta palmeta. No entiendo en qué circunstancia uno mismo puede terminar sus anotaciones de esta forma, y menos aún imaginar su contexto, si ha sido otra persona distinta al destinatario, quien añadió dicha interrogación.
¿Será una muestra de psicología inversa? ¿De pretender provocar al deportista para que se esfuerce más a fondo? ¿Quizá alguien dudaba de sus posibilidades en la selección del entrenador y ahora se ha visto sorprendido? … ¿Qué otras opciones se os ocurren?