viernes, 24 de agosto de 2012

Los juegos del hambre

Normalmente no resulta fácil hablar de un libro o película sin contar el final o adelantar acontecimientos que luego resultarán cruciales en el desarrollo de la trama.

En el caso de Los juegos del hambre todavía es especialmente más complicado porque se trata de un relato que se desarrolla en tres libros.

Suzanne Collins es la autora de esta obra, que forma parte de una trilogía, cuyo primer volumen se publicó en 2008. Los juegos del hambre es ante todo una novela romántica cuya trama transcurre bajo la apariencia de una obra de ciencia ficción para adultos. Con esta expresión quiero referirme a que se trata de un fututo sin naves espaciales, ni robots, ni marcianos, ni otros elementos tópicos de este género. La historia que relata sin embargo, no nos engañemos, en realidad es un relato de amor, por mucho que quiera adornarlo de ciencia ficción con seres manipulados genéticamente y ropas y peinados tan improbables como horteras…

Collins plantea, en un futuro indefinido y apocalíptico, cómo los ciudadanos de la antigua Norteamérica se encuentran divididos en 13 Distritos, (reducidos a 12 después de las revueltas de los Días Oscuros), y bajo el control dictatorial y absoluto del Capitolio.

Para conmemorar esos Días Oscuros se organizan anualmente Los juegos del hambre. En ellos, una pareja de adolescentes de cada distrito son seleccionados a través de un sorteo, para participar en un torneo “todos contra todos”, en un escenario aleatorio en el que todos ellos tendrán que morir o matar para conseguir los recursos y sobrevivir haciendo honor al nombre de los juegos, con la única regla o lema de “solo puede quedar uno”.

Katniss Everdeen es la protagonista del relato junto a Peeta Mellark. Ambos son los “tributos” que representan al Distrito 12 en los Juegos del hambre. Junto a ellos está su tutor o mentor, Haymith, ganador del distrito en una convocatoria anterior, y luego otros personajes secundarios. En el lado opuesto, entre los villanos, destaca el presidente Snow, en el papel de jefe malísimo del Capitolio.

El relato presenta varios giros originales desde el principio y mantiene las expectativas hasta un final razonablemente inesperado.

La novela está narrada en primera persona por la propia Katniss, en tiempo presente. Por ello apenas da un esbozo del mundo en el que viven los protagonistas, en tanto que buena parte del relato se centra en sus pensamientos y sentimientos acerca de los acontecimientos que se ve obligada a vivir.

El final no ocurre en este volumen, porque como digo es una historia divida en tres libros, y habrá que esperar al tercer volumen, y leer hasta el epílogo para llegar al desenlace de la trama.

Me ha gustado el libro, los tres que componen la colección, y no me ha disgustado la película, dirigida en 2012 por Gary Ross y protagonizada por Jennifer Lawrence, aunque entiendo que en ella quedan muchas cosas en el aire, que solo pueden entenderse con la lectura de las novelas.

¿Es Katniss un ejemplo de luchadora, o es una joven manipuladora que actúa por sus intereses? Hay mucha humanidad en su personaje, pero no creo que la guie el mismo valor que transmite Peetha. Por otra parte, ¿es realmente Gale el amor platónico de Katniss?

La novela es una lectura ágil y al final resuelve estas dudas con cierta frescura y originalidad. Para verlas en la gran pantalla habrá que esperar un par de años. Ustedes eligen si pueden esperar hasta ese momento para conocer su respuesta.

domingo, 19 de agosto de 2012

La Basílica de Santa María de Elche vuela por los aires

Acaban de leer un titular falso y sensacionalista de algo que por suerte y por supuesto no ha ocurrido.

Pero a nadie le gustaría tener que pensar en un título como ese. Sin embargo, los acontecimientos sucedidos la pasada noche del 13 de agosto, con la explosión accidental y antes de tiempo de los cohetes que tradicional y anualmente se lanzan desde la torre de la Basílica de Santa María, deberían llevar a los técnicos y a las autoridades a plantearse la idoneidad del uso de semejante baluarte de la cultura e identidad ilicitanos para el lanzamiento de la palmera final de la fiesta de la Nit de l’ Albà.

No se trata ya de la seguridad del propio monumento, sino de las personas que se hacen cargo de los fuegos artificiales en la torre y de los vecinos y curiosos que en las terrazas colindantes disfrutan de la fiesta.

¿Han subido ustedes a la torre de la Basílica? ¿Han experimentado el agobio y la claustrofobia de los últimos tramos sin baranda, con los minúsculos peldaños desgastados y tremendamente separados unos de otros? ¿Se imaginan en ese embudo a los sanitarios subiendo y bajando con las camillas o a los bomberos subiendo en tropel para auxiliar a los heridos a lo alto de la torre?

Creo que es necesario plantear un debate sobre el futuro del lanzamiento de la palmera de la Nit de l’Albà y del lanzamiento de cohetes en la ciudad de Elche en general.

¿Sería una solución lanzar la palmera desde la torre del homenaje del castillo de Altamira, o eso solo sería desplazar el problema en lugar de resolverlo? ¿Sería posible o recomendable construir cada año una torre desmontable en la plaza del Congreso Eucarístico, junto a la propia Basílica de Santa María o sería interesante buscar otro emplazamiento?

¿Puede prohibirse el lanzamiento de cohetes en el centro igual que ocurre con las carretillas?

Al riesgo de la posible explosión de la torre que se elija para la palmera final, se suma el de los incendios que en estas fechas son penosamente tan protagonistas de la actualidad informativa. ¿El palmeral en general y la rambla están debidamente acondicionados para el lanzamiento y detonación de centenares de cohetes, petardos y el resto de fuegos de artificio?

Se han criticado mucho las recomendaciones y prohibiciones de Bruselas sobre el uso de material pirotécnico por los menores. Pero lo cierto es que los niños siguen jugando con los mecheros y los cohetes, y metiendo petardos en latas y botellas o lanzándolos encendidos por los balcones a los viandantes. Y que resulten heridos ellos es una lástima, pero será responsabilidad de los padres o tutores, pero que hieran a alguien que camina o circula por la calle, o a otro niño o bebé con el que cruzamos la acera, es algo que debe preocuparnos a todos.

Para los próximos años esperemos que los responsables tomen buena nota de lo ocurrido y obren en consecuencia, para que todos podamos disfrutar de nuestras fiestas y tradiciones, y recordarlas con una gran sonrisa y satisfacción.