lunes, 28 de abril de 2014

El juego de Ender

El norteamericano Orson Scott Card escribió Ender's Game en 1985, a partir de una historia breve que él mismo había publicado en 1977.
A finales de 2013 la película se estrenaba en los cines de habla hispana con el mismo título que la novela, El Juego de Ender. Dirigió la cinta Gavin Hood, y en el reparto destaca Asa Butterfield (Ender), Harrison Ford (Coronel Graff), Viola Davis (Mayor Anderson), y Ben Kingsley (Mazer Rackham).

Sí, sé que he vuelto a elegir el libro de un autor que todavía vive... Pero debo admitir que es una novela que me ha seducido por el tirón de la publicidad. Dicho lo cual, añadiré que no me ha decepcionado especialmente.
Después de leer el libro se nota que la película es más flojita, pero como dice la wikipedia, se trata de una obra que ha sido etiquetada como "imposible de filmar", porque buena parte de la trama son los pensamientos del propio protagonista.

El Juego de Ender es una novela de ciencia ficción que podríamos llamar clásica. Quiero decir que es una historia que incluye los elementos más tradicionales del género: un futuro con control de la natalidad debido a la superpoblación mundial, una reciente guerra devastadora en el planeta, naves espaciales, control de velocidad de la luz y de la gravedad artificial, una superarma destructora, y... esto es lo más importante: ¡extraterrestres!... Pero no unos extraterrestres cualesquiera, no, sino bichos, es decir, insectos, para la ocasión llamados insectores, y sí, por supuesto con capacidad también de construir armas y naves espaciales, y de lanzarse al espacio a colonizar nuevos mundos como la Tierra.

En ese escenario donde los niños son gestados bajo petición a las autoridades, nace Andrew Wiggin, apodado Ender, el último de tres hermanos elegido por su inteligencia, para ser el comandante de la Flota Internacional frente a la inminente tercera invasión de los insectores. Para ser ese gran líder tendrá que recibir formación en la Escuela de Batalla y luego en la Escuela del Alto Mando junto a otros niños cadetes.

Y ahí están todos los ingredientes del relato.

Lo primero que se observa al ver la película tras leer el libro, es que el guión de la película, obra del propio Scott, está demasiado simplificado. Por ejemplo a nivel temporal, la historia en el libro se desarrolla durante años: empieza con Ender a los 6 años y concluye en el epílogo con unos 16; cuando regresan a la Tierra para hablar con Valentine, es Ender quién construye la barca del lago, porque él lleva allí meses; y el viaje al Mando de la Flota, dura igualmente otros tres meses... En la película, Ender es un niño "mayorcito", (Asa Butterfield tenía 15 durante el rodaje). Y hay una escena al llegar a la Escuela de Batalla, para mi gusto muy poco acertada, en la que el Coronel Graff comprueba en una pantalla que la Flota Internacional dispone de 28 días antes de ser detectada por el enemigo... Es decir, que la historia se desarrolla en ese tiempo.

Aunque Ender es el protagonista casi absoluto del relato, en el libro es importante también el papel de Peter, y sobre todo Valentine, quienes a la sombra de su hermano pequeño protagonizan una subtrama en la Tierra; y también destacan el coronel Graff, y Mazer Rackham además de sus compañeros de la Escuela de Batalla: Bean, Alain, y Petra.

Igualmente en el libro se prolonga el relato con un epílogo en el que han pasado varios años, y las emociones y pensamientos de los protagonistas son más complejos. De nuevo, la película está simplificada en ese aspecto. El libro es una alegoría a los sentimientos valores humanos: amistad, inocencia, lealtad, sinceridad, coraje, imaginación... 
Y soledad, mucha soledad. Ender es un niño al que primero apartan e ignoran los otros niños porque le temen y no le comprenden, y luego porque como comandante sufre la soledad del líder, y la amistad de sus compañeros se diluye con el respeto y la admiración que le profesan. Igual ocurre con los adultos que le rodean. Las mentiras, la manipulación... no crean un ambiente en el que Ender pueda disfrutar de su niñez. Los demás niños al menos forman un grupo, y como tal pueden compartir sus momentos, sus risas, ilusiones y temores. Ender dará cohesión a su equipo, pero con el precio de la soledad, verdadero leitmotiv del relato.

Por cierto, la wikipedia se equivoca cuando dice que la escuadra Dragón la crean ex profeso para Ender. Como bien explica el libro (y la película), la habían dejado de usar porque desde su formación nadie había logrado que destacase, con la consiguiente vergüenza de tan ostentoso nombre:
- ...en los últimos cuatro años no ha habido ninguna escuadra Dragón. Dejamos de usar el nombre porque pesaba una superstición sobre ella. Ninguna escuadra Dragón llegó jamás a ganar un tercio de sus juegos de la historia de la Escuela de Batalla. Se convirtió en un chiste.   
- Entonces, ¿por qué la resucitan ahora?
- Tenemos muchos uniformes de sobra.
...

Por último quiero añadir que antes de ver la película y de leer el libro había oído en los medios algo acerca de un (supuesto) contenido de orientación sexual, (homosexual), del libro, y que éste había sido eliminado en la película.
Vamos a ver, yo no he visto ninguna referencia sexual en el libro, y las opiniones personales de Orson Scott Card ya supusieron un intento de boicot al estreno de la película.
Es verdad que Ender es un niño muy emocional, con una fuerte responsabilidad que él no ha elegido, pero lo único que él quiere es ser un muchacho como los demás, y vivir feliz con su familia y sus amigos (y amigas), y sentirse querido por su entorno. Y es verdad también que vuelca su amistad especialmente en Bean y en Alain, a quienes aprecia (y quiere) con fuerza, pero en silencio porque en los planes que los adultos han hecho para él no hay tiempo para la amistad. Pero también es verdad que la primera persona con la que empieza a relacionarse en sus horas libres y de entrenamiento, es Petra, quién le enseña las tácticas básicas de formación sin gravedad y le previene de las intenciones de Bonzo. Y Ender debe renunciar y mostrarse distante con todos ellos, porque aunque quiere y necesita su amistad para crecer como persona, debe actuar como un líder frío, porque es lo que los adultos esperan de él, aunque sea algo que le corroa por dentro y le haga sufrir fuertemente. Ender es un héroe que llora repetidamente a escondidas.

En cualquier caso, considerando que el relato principal está protagonizado por menores entre 6 y 12 años, yo solo veo niños necesitados de afecto, cariño y amistad, (¡están en una escuela militar sometidos a una férrea disciplina sin contacto con sus familias hasta los 16 años!), y no encuentro en ninguna parte la inclinación sexual ni del protagonista ni del resto de personajes. Y si la hubiera da igual, porque pienso que no aportaría nada a la historia ni es relevante para este relato.
Aunque cada uno debe responder de sus creencias y opiniones personales, irónicamente creo que el libro es una lectura llena de valores universales, y todavía más la película.

lunes, 21 de abril de 2014

De cosas va la cosa.

Hace unas semanas hablaba de la ducha Hollywood, y con ello quedaba pendiente reponer aquello cuya carencia entonces se había vuelto por un momento protagonista necesario del relato.
En efecto, con una botella de butano vacía, quedaba pendiente sustituir aquella por otra que estuviese llena, pues el futuro se antoja un escenario plausible sobre el cual practicar más duchas hollywoodienses.

Y cuando llega la botella a casa, que cosa más horrible comprobar que en su otrora hermosa base lustrosa y cilíndrica resulta que hay que una "lo que sea", llamémosle la "cosa-mancha"
Algo oscuro, negro, negruzco, espantoso, ¡por Dios, tal vez viscoso!, tan repugnante como asqueroso de narrar, con telarañas, bichos muertos, ¡y qué se yo: se ve una cosa!
¿Es que no hay un encargado de limpiar las botellas de butano? De acuerdo, admitamos que son demasiadas para hacerlo a mano, pero razón de más entonces. ¿No lo han mecanizado? ¿No se lavan las botellas de butano como los cascos de los refrescos y el resto de envases rellenables¿Acaso la cruel verdad es que esos pequeños y graciosos bidones, tan anaranjados como pesados e inflamables, van rondando de las casas de unos desconocidos a los campos de otros, tal vez masías, quizá a algún camping, sin dudarlo a otros lares como bares, restaurantes, hoteles y kioskos, y a todos estos y aquellos destinos sin unas mínimas condiciones higiénicas
Cual gas que se escapa de mi mente, dejo en el aire esa pregunta, que no muera en la retórica, para gritar bien alto y más fuerte: 

¡Que desagradable descubrir esa cosa bajo mi botella de butano! 

En fin, el toque de humor lo trae siempre la casualidad, pues esa misma semana pensando estas y otras palabras, me encuentro con esta peculiar imagen donde se ve la siguiente cosa:


Cochecito bebés con botella de butano

Y el chiste fácil es advertir que no se trata de que el niño del cochecito tuviese un gas... ¡sino que literalmente llevaba una botella entera! Ja, ja, ja... ¿Iría vacía? ¿Llena tal vez? En cualquier caso parece tratarse de un buen cochecito para bebés. De saberlo la marca, seguro que lo explota como nuevo argumento de venta, porque al menos originalidad en este uso no le falta.

martes, 15 de abril de 2014

Domingo de Ramos, Elche 2014

El 14 de abril fue Domingo de Ramos. Una fecha que marca el inicio de la Semana Santa, celebrada en multitud de lugares de todo el mundo de tradición judeocristiana, en muchos de los cuales la gente sale a las calles en procesiones multitudinarias adornadas con la típica palma blanca de palmera. Una palma tratada especialmente para que adquiera ese color, y que puede ser trabajada artesanalmente con formas e imágenes de minuciosa calidad e impresionante acabado.

En dicho arte, Elche presume de ser uno de los centros más activos y reconocidos, con impresionantes elaboraciones que se exportan a medio mundo, y con las que se agasaja a diferentes autoridades, como los jefes de estado y de gobierno de España (el Presidente y el Rey), y el Papa.

Domingo de Ramos, Elche 2014Domingo de Ramos, Elche 2014Domingo de Ramos, Elche 2014
Este año no decidí prácticamente hasta el último momento si iba o no a salir a hacer fotos. Pero, como puede verse a continuación, al final cargué un par de baterías y salí a hacer algunas tomas. 
Yo ya sabía que intentar acompañar el paso de la borriquita con Jesús no iba a ser nada fácil, ni siquiera ataviado como uno de los fotógrafos oficiales. Y en la selección de fotos que siguen he intentado precisamente plasmar esa dificultad de pretender hacer una foto medio decente de un acontecimiento tan seguido por periodistas, reporteros, caza concursos, devotos, público en general y otros aficionados como yo a la fotografía... Porque lo que realmente tiene mérito es que no salga ningún compañero, turista o persona del público en alguna foto de estas fotos...

Domingo de Ramos, Elche 2014
Domingo de Ramos, Elche 2014
Sobre estas líneas, un señor realiza una medición de luz en el suelo antes de llegar el paso, y en la siguiente un compañero realiza una estupenda toma con su flamante cuadro digital, o sea, una tablet. ¿A quién se le ocurre ir a un acontecimiento con semejante trasto?

Domingo de Ramos, Elche 2014
En este caso los fotógrafos toman la calle, incluso por encima de los bolardos del puente para tener un original punto de vista.

Domingo de Ramos, Elche 2014Domingo de Ramos en Elche_Elx

Otro caso de que no se puede querer todo. O llevamos una palma, o hacemos una foto... Y de nuevo más fotos con una tablet. ¿En serio le gustará el resultado? ¿Dónde queda la comodidad por peso o por tamaño? ¿Qué pensáis de la calidad de esas fotos?

Domingo de Ramos, Elche 2014

Domingo de Ramos, Elche 2014
A menudo es normal que un espontáneo te arruine una foto, y en muchos casos, sobre todo si se trata de alguien que está disfrutando del momento, como el caso de ese niño que lo han subido a hombros, se asume como parte de la emoción de captar el momento, porque al final perder una foto es simplemente mala suerte. Y puede dar rabia, pero entre las máximas del fotógrafo que cubre un evento está, o debe estar, la de no interferir, mucho menos molestar, a los protagonistas del acto o al público que lo contempla.
Por todo esto, que estos señores se crucen por delante del paso en un instante tan crítico y delicado como el giro del mismo para su entrada final al templo, es algo que no tiene más nombre que la mirada que les echa el cofrade guía del paso...
En fin, si alguien se pregunta si es posible lograr alguna foto sin cabezas ni cámaras por en medio en un acontecimiento que mueve a tanta gente, la respuesta es . Pero para ello es necesario buscar bien un lugar que permita la foto deseada, y hacerlo preferiblemente a primera hora, incluso antes de que empiece el acto...

Domingo de Ramos, Elche 2014

lunes, 7 de abril de 2014

Ducha Hollywood

La expresión ducha Hollywood la explica el sonarista Jones, del USS Dallas, en La caza del Octubre Rojo. Con esas palabras se referían allí al reconocimiento que el comandante Mancuso otorgaba a quienes "cumplían alguna actuación que superaba el nivel normal". En este caso, el premio consistía en permitir a la tripulación prolongar algunos minutos su estancia en la ducha del buque, incluso con agua caliente... Sencillo, simple, pero muy eficaz en un habitáculo como puede ser un submarino.
Dicho esto, yo nunca he sido partidario de las duchas tipo Hollywood en casa. Digo en casa, porque nunca he estado en un submarino. Me gusta remojarme lo justo, enjabonarme, y aplicar agua a continuación para eliminar el jabón, punto.
Sin embargo el sábado ocurrió algo que rompió esa rutina.

Pongámonos en situación. Salí temprano por la mañana a hacer un poco de ejercicio, andar rápido y unas carreras. Di una gran vuelta a la manzana para volver, y después de una hora corriendo subí a casa. Encendí el calentador, me preparé la toalla y la ropa limpia y conecté el pequeño calefactor. Los gatos dormían y me encerré rápido en el baño antes de que tomasen sus posiciones frente al pequeño emisor de calor.

Miro el reloj, me meto detrás de la cortida de la bañera, abro el grifo y dejo que el agua caliente me empape bien. Cierro el grifo menos de un minuto después y me enjabono bien el cuerpo y la cabeza. Quizá transcurrió otro minuto, tal vez dos. Entonces vuelvo a abrir el grifo y... oh, oh... algo no va bien... Aparto rápido el teléfono de la ducha: el agua sale gélida. No es posible. Dejo correr el agua unos segundos y me mojo un pie... ¡Rayos! El agua está helada... Cierro el grifo. Pienso rápido: si se ha terminado el gas, la situación no va a mejorar sola por mucho tiempo que pase. 

Así que me enjabono de nuevo, pensando que quizá el jabón pueda actuar como una especie de "capa de grasa artificial". Aparto la cortina. Salgo de la ducha. Me pongo la sudadera que traía por encima. Y salgo corriendo con las zapatillas a cambiar la botella de gas...

En ese momento, los gatos que estaban plácidamente dormiditos, levantaron sus orejas para ver a alguien vestido únicamente con una sudadera y cubierto con una capucha corriendo por el pasillo. No sé qué debieron pensar, porque apenas pude ver sus ojos como aceitunas. Pero cambié la botella de butano lo más rápido que pude, en dos o tres minutos que me parecieron una eternidad. Luego volví raudo y veloz al baño, y allí al cerrar la puerta, con los gatos rodeando el magnífico aparato que da calor al pequeño cuarto de baño, terminé mi ducha.
Y entonces sí, comprendí el significado y el sencillo placer de una verdadera, auténtica y genuína ducha Hollywood sin tonterías...