Creo que en el amor, y especialmente en los grafitos, pintadas o mensajes de amor, existe lo que podríamos llamar una fiera competencia. Y en muchos casos, ciertamente la mayoría de ellos, se termina abusando del plagio y –como ya he escrito en alguna ocasión- de una supina falta de originalidad.
Como la excepción confirma la regla hoy les traigo un mensaje fresco, tierno y original; sin requiebros lingüísticos ni pedantería, ni cursilería. Sinceramente, se trata en mi opinión de un mensaje encantador.
Enhorabuena al escriba y al lector al que se le ofrecía.
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